jueves, 4 de junio de 2015

Expresión con libertad y responsabilidad.

¿Por qué escribir ensayos filosóficos?

Me responderé usando el recurso de la pregunta invertida, ¿y por qué no?, los motivos yo los veo bastante evidentes, pero claro, en una conversación conmigo mismo, ustedes estarán pensando cuáles son los verdaderos motivos de estas palabras. Y ellos son que defiendo la libertad de expresión y la responsabilidad necesaria para opinar, para expresarte, para hacer valer tus pensamientos y tus sentimientos en cualquier aspecto de la vida. En general defiendo la libertad en todos los sentidos, y la responsabilidad de actuar con sentido común, aún a expensas de que te puedes equivocar. Como dijo Kant el tiempo y el espacio pertenece a nuestra razón, concebimos el mundo a través de estos dos elementos fundamentales, no solo en la concepción del universo, sino que son inherentes a nuestro cerebro, a nuestra razón. Por lo tanto si tenemos unos pensamientos, unas ideas, unas visiones sobre la vida, lo lógico sería argumentarla con palabras y con hechos, pero siempre desde una perspectiva de humildad y de confianza en ti mismo, sin caer en el agujero negro de la arrogancia.
También es necesario que la gente tome consciencia de las mentiras y las trampas que impone esta sociedad, porque quieren que seamos personas menos desarrolladas en todos los niveles, y no solamente tenemos que ver a las personas como la competencia, competencia para un puesto de trabajo, porque eso no lleva a ninguna parte, es la esclavitud del capitalismo. Por lo tanto hay que leer más, observar más lo hermoso, lo que puedes observar, hacer, crear, sin tener que mirar su valor monetario. Además al admirar y contemplar algo hermoso, que nadie nos puede arrebatar, como las posesiones materiales que al final se esfumarán, desarrollemos en nosotros una visión distinta a la publicidad y el marketing, al que nos vemos sometidos, en cualquier lado que estemos. Escribo este ensayo desde mi portátil, desde él, nada más meterme en las redes sociales, al ver un vídeo de youtube, tengo que esperar unos segundos para saltarme la publicidad, por poner un simple ejemplo del oscuro porvenir económico y moral que tenemos. Estamos en el siglo XXI, la era de las tecnologías, todo es más fácil, la información es más sencillo de conseguir. Pero el avance en robótica, ya está quitando miles de empleos en algunos países. Otro ejemplo, minúsculo en comparación, pero que acarrea múltiples problemas para una mira hacia el futuro es que jóvenes presumen de quién tiene el móvil más moderno y más caro, como si eso les hiciese mejor personas, seres humanos más completos e íntegros. En particular, y objetiva y subjetivamente opino que la tecnología no es buena ni es mala, simplemente del uso que le des. Porque hasta para la función más sencilla como encontrar cierta información, puedes encontrarte con canales, con blogs, con páginas que desinformen y sean inverosímiles, por lo tanto recomiendo a la hora de querer usar una red social o un sitio virtual, saber de antemano que se quiere transmitir, y plantearte, ¿cómo puedo hacer para ayudar a cambiar el mundo a mejor?, si deseas tener un espacio serio, lógicamente, que es de lo que estamos hablando, mis ambos yos.
Siempre hay un poco de humor, hasta en los temas más importantes a tratar, pero es importante saber en que momento y en que frase y en que contexto se pueden introducir. Porque a nadie le hace gracia que se rían cuando se está pasando por uno de los peores momentos de sus vidas. Reírte e intentar hacer reír son dos cosas muy distintas y en esta sociedad, querer ser mejor que el otro por caminos del ego, lleva más a la primera que a la segunda de las opciones, por desgracia lógicamente, porque si fuese por suerte, esas actitudes serían menos comunes, si la gente se detuviese a pensar y tuviesen un poco de consciencia.
Para que el mundo vaya mejor, es importante conocernos mejor a nosotros mismos, no criticar tanto a los demás y menos sin conocer, pero si alguien se merece las críticas, hay que ser valiente. Conocer mejor la sociedad de menos a más. Para salvar al planeta, prueba primero por plantar semillas en tu barrio, por poner un ejemplo. Pensar más en ti primero y en los demás después, que tu ombligo no es el centro del mundo.Y por último saber más del universo y de lo que rodea a este planeta y por lo visto, ni los marcianos, ni meteoritos ni milongas espaciales. Seremos nosotros mismos los jinetes de la Apocalipsis.


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