jueves, 7 de abril de 2016

EL HOMBRE ES UN ESCLAVO DE SU PROPIA INFERIORIDAD.


El hombre es un esclavo de su propia inferioridad, mientras más tienen, más quieren, da igual que otro ser sufra carencias de primera necesidad, el capitalista extremo quiere llenar de ceros a la derecha su cuenta corriente, hasta llegar a cifras que tienen que ser expresadas en notación científica, dinero que no gastarán ni en mil vidas.

El gran Bussines de construir en todos los territorios, enormes cadenas de negocios de diversa índole, casi siempre multinacionales, ya que controlan los medios de comunicación y de producción, hacen campañas de publicidad masiva, para adoctrinar a la población, con anuncios subliminales, que son un claro lavado de cerebro, y claro si la gente deja de usar la materia gris, más fácil me puedo hacer con más poder, más dinero.

Hasta tal punto de que si compras sus marcas serás poco más que un dios, al contrario si no las llevas, no las consumes, no las tienes, eres un marginado social.

Así que el capitalismo se basa en ver quién tiene más, hablamos de objetos materiales claro, de capital, de propiedades, de divisas...

Puedes ser el más tolete de tu barrio, que si tienes perras, si adquieres sus marcas, serás un crema, prestigioso, un referente en que todos se fijan.

Pero amigo mío, el respeto hay que ganárselo, el respeto no se debería comprar, por desgracia en esta sociedad, se compra.



Piensa y siente más en la humanidad

la bolsa no tiene piedad,

la publicidad engaña a las masas

con poca masa gris y sin bombeo.


Me siento libre entre libros

respiré el aire de los árboles,

¿No tienes agua para regar?

el cacique siempre querrá explotar.


Joel Pérez Noguera








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